El culto de la Eucaristía
En la liturgia de la
misa expresamos nuestra fe en la presencia real de
Cristo bajo las especies de pan y de vino, entre
otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos
profundamente en señal de adoración al Señor.
«La Iglesia católica ha dado y continua dando este
culto de adoración que se debe al sacramento de
la Eucaristía no solamente durante la misa, sino
también fuera de su celebración: conservando con
el mayor cuidado las hostias consagradas,
presentándolas a los fieles para que las veneren con
solemnidad, llevándolas en procesión» (MF 56) (1)
El Sagrario (tabernáculo) estaba primeramente
destinado a guardar dignamente la Eucaristía para que
pudiera ser llevada a los enfermos y ausentes fuera de
la misa. Por la profundización de la fe en la presencia
real de Cristo en su Eucaristía, la Iglesia tomó
conciencia del sentido de la adoración silenciosa del
Señor presente bajo las especies eucarísticas. (2)
(1) Catecismo Iglesia Católica nº 1378.
(2) Catecismo Iglesia Católica nº 1379.
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